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¿En qué consiste la desinfección electrostática?
La limpieza electrostática se basa en la aplicación sobre superficies de un desinfectante químico a través de un sistema especial de pulverización capaz de aprovechar la fuerza electromagnética para mejorar el poder de higienización.
Lo que hace este sistema es colocar una carga eléctrica en el desinfectante al salir por la boquilla del pulverizador. En general, las superficies presentan una carga neutra o negativa, de modo que al cargar positivamente el desinfectante, al igual que sucede con los imanes, estos se atraen. El resultado es que el desinfectante es intensamente atraído por la superficie sobre la que se aplica y se adhiere a ella con fuerza. .
A la vez, las gotas del producto de desinfección se repelen entre sí, de modo que, una vez cierta superficie está cubierta, se produce un efecto envolvente de tal forma que las gotas se van extendiendo en todos los sentidos hasta recubrir de modo completo el objeto. Esto significa que la desinfección con electrostática es una limpieza específicamente dirigida hacia el área a desinfectar y genera una cobertura uniforme capaz de llegar a todas partes, así como una optimización en el empleo del desinfectante. .
¿Cuáles son las ventajas de la desinfección electrostática?
La desinfección por electrostática higieniza el espacio dando lugar a entornos agradables y altamente saludables. Así, logra prevenir los contagios y romper la cadena de infecciones entre las personas que comparten espacios comunes y también eliminar olores instaurados. Y lo hace gracias a sus excelentes ventajas:
Eficacia: al aplicar el desinfectante adecuado, con este sistema se alcanza una tasa de efectividad del 99.98%. Esto implica la eliminación prácticamente total de un amplio espectro de patógenos entre los que figuran bacterias, virus, hongos, esporas, etc.
Acción 360º: gracias a la atracción electrostática entre superficie y desinfectante se genera una envoltura que recubre la totalidad del objeto a tratar, sin importar la presencia de áreas ocultas, fisuras o ángulos de difícil alcance que otros tipos de limpieza pasan por alto. Se trata, por tanto, de una limpieza más completa y de máximo efecto.
Rendimiento: la elevada eficiencia de la desinfección por pulverización electrostática se debe a dos motivos. Por un lado, la diferencia de carga genera una fuerza de atracción 75 veces superior a la gravedad entre desinfectante y superficie. Todo el producto llega a su destino sin perderse ninguna gota en el rociado y produciendo un efecto de adhesión total. Por otro lado, la repulsión entre las gotas de desinfectante con la misma carga generan una cobertura uniforme y consistente sobre la superficie de limpieza, de modo que no se producen acumulaciones de producto en ningún punto. El resultado es que se reduce el uso de químicos entorno a un 90%.
Seguridad: la limpieza electrostática es totalmente respetuosa con los materiales y 100% biodegradable. Además, el sistema de pulverización elimina el contacto con el desinfectante durante la aplicación. De este modo, es un método completamente seguro para las personas, animales y que respeta al medio ambiente.
Rápidez: para empezar, el proceso de limpieza con este sistema es hasta 3 veces más rápido, ya que la eficacia en la pulverización permite cubrir grandes superficies en escasos minutos. Pero también su capacidad de acción es muy veloz, eliminando en pocos minutos posteriores al contacto prácticamente el 100% de los microorganismos.
Adaptable a todo tipo de instalaciones: este tipo de tecnología electrostática tiene un uso flexible capaz de ser adaptado a las necesidades de cualquier instalación. Desde baños públicos a cocinas de restaurante, desde oficinas a aulas escolares o centros sanitarios, cualquier entorno puede verse beneficiado por la limpieza electrostática.
¿Por qué la pulverización electrostática y no otra?
Al emplear un pulverizador convencional, también el rociador disparador, solo una parte del producto desinfectante rociado llega hasta la superficie objetivo. Esto se debe a que la gravedad ejerce su efecto sobre muchas de las gotas rociadas, de modo que caen al suelo o se alejan del objeto a desinfectar.
Además, en muchas ocasiones los objetos que se limpian presentan cierta complejidad en su estructura o recovecos a los que es difícil llegar con un rociador cualquiera. Pensemos en las zonas inferiores de una mesa, especialmente donde la superficie se une a las patas.
Esos puntos quedan sin desinfectar, lo que implica que se convierten en focos de infección desde los que los patógenos siguen actuando.
En cambio, como hemos comentado, cuando se utiliza un rociador electrostático, las gotas de desinfectante, al estar cargadas electrostáticamente, llegan todas con una fuerza mayor que la gravedad hasta la superficie de destino. Y allí, gracias a su efecto envolvente alcanzan cualquier área de difícil acceso, cualquier mínimo rincón, de tal manera que ningún punto queda libre de una completa desinfección.
En definitiva, un pulverizador de desinfección electrostática actúa con mayor rendimiento y mayor eficacia que otro tipo de rociadores.
Esto significa que se genera un ambiente más seguro y saludable para las personas y al mismo tiempo se reduce el gasto de desinfectante.
En Lavaclean Soluciones Integrales cuidamos de la calidad ambiental y la salud de empleados, clientes y usuarios a través de los servicios de limpieza profesional más avanzados. Llevamos años apostando por la innovación y por conseguir la mayor eficacia en desinfección protegiendo siempre al máximo la seguridad de las personas y del medio ambiente. Por eso ofrecemos este servicio de desinfección electrostática para todo tipo de instalaciones.